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Chocolate fondant, qué es y cómo se hace

El chocolate fondant o fondant de chocolate es uno de esos postres que nos gusta pedir en un restaurante, porque no tenemos las agallas suficientes para hornearlo nosotros mismos.

Esto nos pasa con muchos postres. Los vemos tan bonitos, sabrosos y complicados, que no nos atrevemos a hacerlos en casa, cuando la mayoría de ellos son fáciles si sigues las instrucciones.

Chocolate fondant, qué es y cómo se hace

Con esta receta de pastel de chocolate fundido, queremos que le pierdas el miedo a este postre. Tus esfuerzos se verán recompensados cuando te introduzcas en la boca un trozo de bizcocho suave, con un relleno fundente de chocolate.

Pero ¿Qué es exactamente un fondant de chocolate? Fondant, en este contexto, significa fundirse o derretirse, en lugar de la espesa mezcla azucarada que se usa para cubrir pasteles.

Y chocolate derretido es lo que vas a encontrar en el interior de este bizcochito. Por fuera, tiene el aspecto de un bizcocho normal, pero cuando lo abres, se convierte en un volcán que expulsa un río de chocolate fundente.

Su elaboración tiene los mismos ingredientes que un bizcocho cualquiera: mantequilla, huevos, harina, azúcar, pero en esta ocasión se añade chocolate negro.

El principal problema de este postre es que no se hunda al desmoldarlo, y que el interior quede bien fundente y no se cuaje. Para ello, hay que vigilar bien la temperatura y el tiempo que pasa en el horno, con solo 10-12 minutos es suficiente.

Para que el chocolate fondant no se pegue, hay que untar bien los moldes con mantequilla, hasta 2 veces, y espolvorear con cacao en polvo, lo que dejará una gran corteza crujiente al invertirlo.

Si no sabes cómo hacer un chocolate fondant, esta es la receta ideal para ti. No sólo garantiza un postre delicioso, fundente y suave, sino que también es sencillo y accesible para todos los niveles.

Tiempo total: 40 minutos

Ingredientes para 4 personas

  • 50 g de mantequilla sin sal, y más para engrasar
  • 2 cucharaditas de cacao puro en polvo
  • 50 g de chocolate negro de buena calidad (mínimo 70% de cacao), en trozos
  • 1 huevo L
  • 1 yema de huevo L
  • 60 g de azúcar glasé
  • 2 cucharadas de licor de café
  • 50 g de harina, tamizada
  • Crema fresca o helado de vainilla, para servir

Preparación

  1. Prepara los moldes. Unta mantequilla ablandada por todo el interior de los 4 moldes para flan individual o ramequines. Coloca los moldes en la nevera durante 10 minutos para que se quede firme. Después, unta más mantequilla derretida sobre la mantequilla fría.
  2. Precalienta el horno a 160°C con calor arriba y abajo. Espolvorea el cacao en polvo en el molde y dale la vuelta para que cubra completamente la mantequilla. Elimina el exceso y conserva en frío mientras se prepara la mezcla de fondant.
  3. Derrite el chocolate troceado y la mantequilla en un baño María, removiéndolo hasta que se haya derretido por completo y esté suave. Deja que enfríe a temperatura ambiente.
  4. En un recipiente separado, con ayuda de unas varillas eléctricas, bate el huevo entero, la yema de huevo y el azúcar hasta que la mezcla esté pálida y espesa.
  5. Vierte la mezcla de chocolate derretida, añade el licor de café, e incorpora seguido la harina tamizada. Bátelo bien hasta que se forme una masa suelta.
  6. Divide la mezcla uniformemente entre los moldes y hornea en el horno durante 12 minutos, hasta que en la superficie se haya formado una corteza, y los lados empiecen a despegarse.
  7. Retira del horno y deja reposar durante 1 minuto. Afloja los fondants introduciendo una espátula de silicona por los lados suavemente, facilitando la salida de los moldes. Desmolda y sírvelos en platos individuales acompañados de crema fresca o una bola de helado de vainilla.

Notas de la receta

Te aconsejo que hagas una prueba primero, pues cada horno es diferente, y tendrás que averiguar la cantidad exacta de tiempo que debe estar horneándose para que salga perfecto.