Mundo Fondant

Todo sobre el fondant

Tartas de fondant, recetas paso a paso

¿Te encantan las tartas decoradas con fondant, pero nunca te has atrevido a hacerlas porque te parecen muy complicadas?

¡Fuera tus miedos! Con este tutorial paso a paso serás un experto en decoración de pasteles con pasta de azúcar. Solo necesitas un bizcocho, fondant y unas cuantas herramientas más.

Tartas de fondant, recetas paso a paso

Apunta, porque necesitarás:

  • Bizcocho. El mejor tipo de bizcocho para cubrir es el Madeira, pues es muy resistente y no se hundirá cuando lo cubras.
  • Lira cortapasteles
  • Buttercream para cubrir el bizcocho
  • Suficiente fondant para cubrir la tarta
  • Azúcar glas
  • Estera antiadherente
  • Rodillo
  • Alisador
  • Cortador de pizza y/o cuchillo
  • Varios cortadores de pastas

Paso 1: Preparar el pastel

Una vez horneado y enfriado el bizcocho, hay que cortar la parte superior para conseguir una superficie plana. Muchos pasteles forman una cúpula o copete durante la cocción y es esencial cortarlo para que quede plano.

Para que quede totalmente plano y nivelado, lo más fácil es utilizar una lira corta-pasteles. Si no tienes, puedes utilizar un cuchillo alargado, pero debes tener cuidado para que quede bien plano y que mida lo mismo por cada lado.

En el caso de que hayas utilizado un molde alto, y lo vayas a rellenar, puedes cortar el bizcocho en varias capas. Una vez cortado, es hora de congelarlo de forma individual.

Al congelar el bizcocho durante unos minutos, conseguimos que no se desmigue o se rompa al trabajar con él. Debe estar suficientemente firme, pero sin congelarlo del todo.

Una vez congelado, coloca una de las capas de bizcocho sobre una base para tartas. Cúbrelo con el relleno. Puedes poner tanto o tan poco glaseado como quieras. La manera más fácil de distribuir el relleno es ponerlo en una manga pastelera. Solo tienes que apretar y voilà.

Una vez conseguido el primer nivel, continua con los demás poniendo otra capa de bizcocho encima y cubriéndola con más relleno.

El glaseado puede ser empujado hacia fuera por el peso del nivel superior, pero no importa, porque luego tenemos que recubrir todo el exterior con más glaseado.

Puedes poner un tercer nivel, o dejarlo así. Solo recuerda que debes terminar con una capa de bizcocho. Nivela con las manos el pastel y cúbrelo por completo con buttercream. Si es del color del fondant, mucho mejor.

NOTA: Si prefieres enfriar el pastel después del glaseado pero antes de cubrirlo, debes hacer el buttercream perfecto, porque se volverá más duro cuando esté frío. No hay porque hacer esto, yo normalmente no lo hago y funciona muy bien.

Paso 2: Prepara el Fondant

Puedes utilizar uno comprado, o hecho por ti mismo, no hay problema.

Primero espolvorea azúcar glas sobre una estera que será la superficie de trabajo. Esto evitará que la pasta de azúcar se pegue.

Utiliza el rodillo para estirar la pasta de azúcar uniformemente hasta que tenga un poco más de 3 mm de grosor. No lo dejes más fino, pues corre el riesgo de romperse al cogerlo. Tampoco mucho más grueso, o no quedará bonito.

Estará duro al principio, pero a medida que se calienta, se volverá más flexible. Lo estiro hasta que puedo ver las líneas de mi estera de fondant.

Para saber qué tamaño debe alcanzar estirado, mide con una regla los lados y la superficie del pastel, suma los tres y añádele unos 10 cm más para tener margen.

Paso 3: Cubrir la tarta

Ahora viene la parte difícil. Existen varios métodos para levantar el fondant y cubrir la tarta con él. Unos lo enrollan alrededor del rodillo y luego lo desenrollan encima de la tarta.

O también puedes levantarlo con tus manos, y colocarlo justo encima. Todo dependerá de cómo de grande es la lámina.

Después de colocar el fondant encima es necesario alisar la parte superior de la tarta. No presiones muy fuerte porque podrías exprimir el glaseado. Puedes alisarlo con las palmas de tus manos, o utilizar un alisador.

Una vez que la parte superior esté totalmente lisa, bajamos por los lados para alisarlos contra la tarta. Esto nos llevará más tiempo y paciencia, pero el fondant se puede moldear fácilmente a nuestro antojo.

Sólo ten cuidado de no tirar de él demasiado fuerte porque puedes crear agujeros y desgarros. Si esto ocurre, puedes taparlos con la decoración después, o intentar repararlo con azúcar glas.

Si se ha formado alguna arruga, despega y vuelve a alisar hasta que quede liso, completamente pegado al bizcocho.

Con todos los lados forrados, puedes cortar el exceso que sobresale de la base con un corta-pizzas o cuchillo. No cortes demasiado para que no quede al descubierto el pastel que hay debajo (por eso recomiendo usar un glaseado del mismo color del fondant).

Cuando cortes el exceso, la tarta ya está lista para decorarla a tu gusto.

Paso 4: Decora la tarta

Esta parte de la decoración depende totalmente de ti. Utiliza pasta de azúcar de otros colores para recortar formas y pegarlas en la superficie o lados de la tarta.

Los cortadores de galletas funcionan de maravilla para cortar el fondant. Los hay de todas las formas y tamaños, y hacen que el proceso de decoración sea muy rápido.

Generalmente se pone una tira en la parte inferior para tapar cualquier error que puedas haber cometido, y hace que la tarta parezca más limpia.

Para pegar las decoraciones de fondant a la tarta, pincélalos con un poco de agua y esto actuará de pegamento. Esto asegurará que nada se mueva.

La imaginación es el límite, y una vez que vayas practicando y cogiendo soltura, puedes utilizar herramientas especiales para moldear el fondant para crear texturas y diseños de tartas increíbles.